En el curso Dirección Estratégica de la Marca sabemos que las personas no beben un líquido de color caramelo y de dulce sabor: beben Coca-Cola, con todas las connotaciones que rodean a la marca. El valor de la marca reside en las mentes de aquellos que las usan. Las marcas pueden comenzar su vida en documentos y planificaciones, sin embargo, al final éstas residen en las mentes y corazones de las personas.
Las marcas son, por tanto, mucho más que solamente logos o nombres. Ellas son la culminación de una experiencia total del usuario con el producto o servicio (o compañía) a través de los años. Esta experiencia se conforma por una multitud de encuentros buenos, neutros o malos, tales como el performance de un producto, el mensaje publicitario, un press release, un llamado telefónico o un reporte de un asistente de ventas.
En un sentido amplio, la marca es el efecto en el usuario de todo lo que la compañía haga y como se comporte. No es la responsabilidad de un departamento sino que de toda la organización. Cada empleado influencia los encuentros con la marca. Si se hace correctamente y la marca se fortalece, los usuarios se hacen leales a ella, el valor del accionista sube, socios de negocios se atraen y los empleados gozan de un mejor entorno.
El curso Dirección Estratégica de la Marca entrega a sus alumnos las herramientas y conocimientos necesarios para que al finalizar el curso, sean capaces de: